lunes, junio 14, 2010

El regreso a las tablas

Era una costumbre la de ir al teatro, especialmente el experimental, con poca gente y una propuesta transgresora, la que hacía volar mi imaginación y descubrir un mundo velado para mí. De eso han pasado años, siendo un observador hablante, pero tantas cosas que han ocurrido hoy hacen que esa distancia sea más bien relativa. Tenía ganas de teatro y las sigo teniendo, pero ridículamente no me dejaba el espacio para ello.

El sábado fui a ver la obra "María Bonita" de Felipe Vergara. Por la hora e historia era lo más cercano a sacarme del internet y aventurarme con una obra que al menos moviera alguna molécula de mi cerebro en sentido opuesto. De los actores, había visto antes a Orlando Alfaro cuando hizo su performance Callejera, que como utilizaba el cuerpo masculino y el movimiento, cautivó el interés masivo de los gays de Lastarria. También había visto a Diego Ruiz en Machote Futbolero y porsupuesto a la multimedial Antonella Rios.

Me gustó la carga depresiva y de violencia contenida que le dio Orlando Alfaro. Me incomodó la sobreactuación de Ruiz y esa impostura clown de su voz en los momentos de mayor tensión, así como me encantaron estéticamente las formas del cuerpo desnudo de Paulina Catrileo y el semi desnudo de Antonella Ríos. Un texto que se me perdía de vez en cuando, pero un hilo visual interesante.

Un fotógrafo que busca lugares con historias, le dio la sincronía necesaria a la ocasión, junto con la evocación de las réplicas mientras el teatro del puente se tambaleaban, lograron que la suma final fuese positiva y tuviese ganas de más. Y en eso estoy, preparándome para el mundo de las tablas y para mucho más.