domingo, julio 03, 2011

Reminiscencias

Era común verte en las marchas, disfrazado y producido para el evento. A veces de ángel, otras de diablo o de alguna fantasía, cosas propias de tu imaginación. Ahora eres uno de los tantos fantasmas ausentes de estos eventos, especialmente en esta época en que el movimiento homosexual está tomando más fuerza por esta confluencia de simpatías de mucho sectores hasta hace un tiempo indiferentes. No iba hace rato a ser testigo del fenómeno, pero no dejó de sorprenderme ese desfiladero ABC1, de actores, periodistas y gente del mundo de la cultura apoyando la diversidad sexual. Sin embargo tu ya no estás entre los marchantes y no tengo muy claro el porque, ya que nos quedó una conversación pendiente.


En este tiempo vuelvo a las reminiscencias de otras épocas, cometiendo un error que en otro contexto era redimidor, pero que bajo estas circunstancias es más bien generador de una nueva frustración. Mi psicólogo me enseñó que era bueno traer los recuerdos, especialmente aquellos que te herían, porque existía la posibilidad de mirarlos desde el presente y eso era muy sanador. Y claro, funcionó con varias cosas y me permitió dar algunos grandes pasos mentales que de otra forma hubiese sido imposible, como por ejemplo, encontrarme con un compañero de la universidad en la marcha y saludarlo sin tener que darle explicaciones de ningún tipo.

Sin embargo las evocaciones que hago ahora tienen un tinte amargo, porque me recuerdan épocas más recientes de las que yo pude hacerme cargo de otra forma y que finalmente se marcan con la edad.... ahora varias de esas cosas no aplican, porque soy un señor mayor y debo comportarme de una forma más madura y calma, ya que todo indica que estoy en otra etapa de mi vida.

Pero las conclusiones y resultados no me dan números azules, aún cuando me ponga a recordar mis logros y méritos.... creo que pierdo más de lo que gano con el avance del tiempo y aún no logro como revertir esta situación. Ando más huraño, menos comunicativo y evitando a la gente que no me interesa y siendo evitado por la que me interesa, en una ruleta de desencuentros y aburrimiento.

Que lata sentir que echo de menos el pasado.... que la nostalgia parece una neblina que tiende a irse por los valles, cubriendo esas cosas que funcionaron por un tiempo y llenaron mi cuerpo y mente de energía, ilusiones y esperanzas, pero que hoy se vuelven borrosas e incoherentes.