domingo, septiembre 20, 2009

September Gazed

Hoy es el tiempo de cerrar un ciclo, el que abrí hace cinco años atrás torpemente, inmolando los futuros recuerdos de lo que había sido una bonita relación, pero que por su asimetría había llegado a su fin. No dimensioné que ese volver se convertiría en una maldición y esa acumulación de malos ratos y ofensas que hacen que hoy llegue a odiar aquello que amé alguna vez.

Y se suponía que este ciclo se cerraba el año pasado, porque él había decidido irse fuera de Chile, con la incertidumbre del regreso, dando carta abierta para seguir cada uno su camino. Pero yo me aferré a su recuerdo intentando nuevamente detener lo irreversible, hecho que hoy ya no tiene sentido. Acá está la carta, que ambiguamente escribí en otro idioma, esperando una lectura entre líneas desde el corazón y que no se sintiera como una "goodbye letter", pero eso tampoco ocurrió. Para que decir que todo el esfuerzo que hice fue rechazado y más bien festinado como un éxito y una venganza por parte de C.

El buen lector debe entender (ya se acabaron los misterios) que C y yo somos hombres y que tuvimos una relación sentimental por mucho tiempo.



"Buen día para ti en este importante día, cuando tú nacías hace 30 años atrás. El tiempo pasa rápidamente, aunque hoy parece ser más veloz.
Un continente fue puesto como un desafío a nuestro vínculo. Nadie sabe que sucederá después, ¿alguien ahí dará un marca o indicación para alimentar el alma?
Mis votos y mi anhelo son para que tu vida sea exitosa. Te mando un gran abrazo.
Aún te extraño, en cada momento desde que nos alejamos, pero esto no es sano para mí.
Sólo recuerda, yo estaré ahí. Con mis pensamientos cariñosos, te saludo."

El tiempo ya dio su veredicto, ese silencio que caracterizó la relación llega a su fin. No superamos el desafío puesto, al contrario, no se generó ni una marca ni un lazo que permitiera mantener al menos una ilusión. Mi alma no se alimentó, sino que se pudrieron los sentimientos amorosos e incondicionales y hoy sólo hay desprecio. Como no pude olvidar, la única metamorfosis posible fue odiar y es lo que hago hoy. Su éxito es solo sú éxito, y como siempre en veredas opuestas hoy es mi fracaso. Así que me cambio de calle y no doy mi nueva dirección.

Ya no puedo estar ahí por siempre, porque sencillamente lo desconozco, es un perfecto anónimo para mí, autoreferente y ególatra, que sin duda no tiene nada de lo que me llamó la atención de él. Sus valores y principios se fueron a la mierda, hasta tener la desfachatez de pedirme que le ayudara a financiar su propio viaje de huída, lo que agradezco de rodillas no haber hecho.

Este desenlace por cierto nuevamente es unilateral, porque con su cobardía nunca se atrevió a hacerlo. Lo más probable es que ni siquiera me busque, lo que evitará que lea esta carta de final irreversible.

Y parto nuevamente como hace diez años atrás, cada vez más yo y no buscando ni cables a tierra, ni promesas que nunca se cumplen. C tus profecias se cumplieron, te di la opción de la venganza y como dice el tango "mano a manos hemos quedado". Y en tu pedantería angloparlante, una letra de despedida, que espero ser lo último que transcriba pensando en tí.



I'm holding on your rope, Got me ten feet off the groundI'm hearin what you say but I just can't make a soundYou tell me that you need me Then you go and cut me down, but waitYou tell me that you're sorryDidn't think I'd turn around, and say...It's too late to apologize, it's too lateI said it's too late to apologize, it's too lateI'd take another chance, take a fall Take a shot for youAnd I need you like a heart needs a beat But it's nothin newI loved you with a fire red-Now it's turning blue, and you say..."Sorry" like the angel heaven let me think was youBut I'm afraid...It's too late to apologize, it's too lateI said it's too late to apologize, it's too lateBridge (guitar/piano)It's too late to apologize, it's too lateI said it's too late to apologize, it's too lateIt's too late to apologize, yeahI said it's too late to apologize, yeah-I'm holdin on your rope, got me ten feet off the ground...

miércoles, septiembre 16, 2009

No saber de tí

En la literatura clásica, una carta ha sido motivo de muchos desenlaces, algunos trágicos y otros afortunados. Ejemplos de ellos son variados, tales como el correo humano de Miguel Strogoff de Julio Verne o Werther de Goethe, sin mencionar que gran parte de la historia se reconstruye a partir del desarrollo epistolar de sus protagonistas.

Para contextualizar la diferencia de este fenómeno, menciono la historia de Romeo y Julieta y la recién estrenada película en Chile La Burbuja (the Bubble) de Eytan Fox. En la primera, el hecho que la carta del obispo no llegara a Romeo, quien geográficamente no se encontraba distante, pero sí exiliado, lo que lo hacía perder las redes de comunicación oficiales, desencadena la tragedia ya conocida. En cambio en la Burbuja, sólo el celular puede mantener y acrecentar esta relación prohibida social, política y culturalmente, y si bien en el desenlace no hay un celular, si se da el fenómeno del intuir, instinto tan perdidamente desaprovechado en la actualidad, por la fuerza de los hechos.

Sin embargo en los relatos clásicos, el escribir un carta y que esta llegara a su destinatario, era una actividad restringida sólo a las clases acomodadas, por lo que las personas comunes y corrientes no tenían acceso a este tipo de acontecimientos, motivos por los cuales casi no existe registro de la historia desde las masas. El estar informado y saber de alguien que no se encontraba en el mismo tiempo y lugar era claramente la excepción.

Hoy la situación es diametralmente opuesta. El acesso a los medios de comunicación masivos y entre personas es de tal magnitud, que precisamente las clases acomodadas hoy valoran enormemente el estar "inubicable", al menos durante algún periodo de tiempo.

Los celulares e internet hoy están masificados en las clases populares de tal forma que en países africanos, con los serios problemas de alimentación que existen, la cantidad de estos aparatos móviles es impresionante. La polémica frase del comentarista americano Bruce Sterling “Poor folk love their cellphones” (la gente pobre ama sus celulares), apunta en este mismo sentido.

Y hoy el no saber requiere de esfuerzos especiales. Por ejemplo un celular no permite bloquear a quien te llama, sino que te da la información para no responder y almacenar esas cientos de llamadas perdidas y mensajes al buzón de voz, aún cuando tu equipo esté apagado. El messenger y el gmail se puede bloquear el chat, pero siempre habrá la opción de recibir un correo de ese emisario. Y para que hablar de facebook e incluso un inocente "googlear", te permite obtener información con facilidad de los registros virtuales de esa persona.

Acá se me muestra claramente la humanidad, deseando por un lado lo que no tenemos y por otro lado luchando contra este instinto de conocer. Desde el inicio del hombre hemos querido saber, para luego registrar, aprender y enseñar y finalmente en una óptima positiva para evitar cometer nuevamente los errores del pasado. Y esa es la contradicción carnal, que no aprendemos, que seguimos deseando saber, aún cuando tenemos claro que eso nos dañará más.

En estos días he bebido gotas amargas de datos y hechos, que supuse calmarían la ansiedad, pero como siempre sólo fue un espejismo. He probado tantas técnicas, pero no veo este aprendizaje previo por ninguna parte. Sólo sigo generando más preguntas que respuestas y lo peor es que no existe a quien consultar. Ni siquiera encuentro un soñado paraiso en donde saltar la cerca e intentar robar el fruto del conocimiento.