domingo, junio 10, 2012

Un domingo en Santiago

Para algunos los domingos son el peor día de la semana. Ya no existe la euforia del fin de semana, pero es un largo día en donde hay poco que hacer. En general yo no tengo ese problema, porque ese día forma parte de mis visitas familiares y el día está lleno de actividades.Como dice un amigo, lo peor no es el domingo, sino estar soltero en un domingo.

Sin embargo hoy probé un este días solo, después de harto tiempo. Y claro, con frío los panoramas se reducían a alguna actividad en un lugar cerrado. Ni pensar en amigos, que no visito desde hace mucho y que no existo en una agenda dominguera para ellos. Y claro, las opciones seguían reduciéndose. Vi un video de comienzos del siglo XX que trataba de la homosexualidad, mientras por mi ventana veía el leve sol de la tarde. Ni las redes sociales parecían tampoco darme una mano para decidir donde salir, así que poco a poco vi ir ocultándose el día mientras me culpaba de no organizar nada entretenido.

Entonces recurro a lo obvio, una salida a tomar un té al barrio Lastarria, que al menos me distaería un rato. Llego al lugar y no me decido a entrar a ningún sitio, así que bordeo el Parque Forestal caminando sin prisa y meditando estas cosas en que uno piensa cuando el tiempo parece no ser importante. Mi recorrido me lleva a una exposición de fotografías en el parque, donde se muestran los edificios más importantes del barrio de la cañada, próximo al río mapocho. Pero hace frío, así que sigo caminando por el barrio hasta que paso por el cine El Biógrafo y veo una nueva película en cartelera llamada "Tengo Algo que Decirles" (Mine Vaganti), del director Ferzan Ozpetek, donde leo rápidamente la sinopsis y aparece una historia en Italia sobre la homosexualidad, en tono de comedia y parte de esa mezcla ya la había probado antes y funcionaba bastante bien.
http://floredo.wordpress.com/2011/01/02/tengo-algo-que-deciros/
Me doy cuenta de que estoy a tres minutos de comenzar la película así que entro a verla. Y no me equivoqué, el tono de comedia italiano permite mostrar historias más fuertes y cuestionamientos sociales importantes, sin quitarle la importancia. En el fondo la película plantea la disyuntiva de hacer la vida que uno quiere hacer o ocultarse en la vida de otros, por un bien mayor. Una trama que probablemente la haya mencionado más de una vez en distintos contextos, pero se vuelve a presentar en esta ocasión con imágenes y música contemporánea, sin tanta planificación y con la mente dispuesta a disfrutarla.

Al final mi domingo fue salvado por la campana y yo volví con menos frío para continuar con la velada.