miércoles, marzo 18, 2009

Abdomen y pensamiento


Entre mis lesiones, enfermedades y viajes he descuidado mi trabajada figura física, que como signo más evidente se ve reflejada en el aumento de abdomen.
Una maldición diría en otra época, pero hoy muchas cosas tienden a darme lo mismo.
Cada día que he visto en la micro gente que descuida su físico, me pregunto como se reflejan en los otros, como se hacen deseables a los otros y como manejan esas relaciones interpersonales desde un espacio distinto al estético.
Y hoy en que de alguna forma me siento en las mismas condiciones, me doy cuenta efectivamente que el descuido tiene algo de liberador, porque no te construyes a partir del otro, no buscas su aceptación y finalmente no te transas por las leyes del fashion.
Curiosa paradoja, ¿sólo se podrá pensar con una prominente barriga o también al impregnarse de la cuaresma del rigor y la disciplina?

1 comentario:

JaimeEduardo dijo...

MARAVILLOSO, sí , has sido lo mejor que leído de ti.
Guatones, flacos, fofos, musculines, que más da, si por dentro son felices o desgraciados. Si bien hay un tema de salud, también existe la situación emocional. Si uno desea hacer un cambio físico debe ser por decisión propia, no estipulada ni estigmatizada por una aceptación estúpida de un grupo social.