lunes, marzo 26, 2007

Cansancio

A diferencia de otros años, volví de mis vacaciones sin ganas de trabajar; con una apatía y cansancio físico desconocidos en esta época del año. Mi mente está en la fotografía y afuera de mi ventana, sin un objeto definido al que hacer un zoom. .... si hasta para escribir unas líneas acá me da pereza.
Me di cuenta en mis reflexiones, que mis afectos están filtrados por un lente de mosaico, veo sólo partes en distintas personas, pero no se recompone la imagen en una sola. Y eso me da tranquilidad y desasón; esperanza y resignación, entre otros varios duetos que nos persiguen desde que el hombre salió de la mentada caverna.
Hay más fotos, cada vez con imágenes menos fragmentadas, pero se me aparece esta cercenación de los mosaicos, una nueva idea para revolver mi mirada.

1 comentario:

Luís Sánchez Toro dijo...

Tal vez eso es lo más bello de una imagen, la descomposición en sus partes. La fragmentación es la eternización de la pieza, pues te obliga y obliga a los demás a recrear las faltantes, pulsión afanosa por verlo todo en la parte, haciendo inmensa las posibilidades.

Las herencias, las cajas negras que te lanzan a la cuna una vez nacido, forma de la cual te tienes que hacer responsable como cadena atávica.

Muchos saludos.
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