jueves, abril 26, 2007

Un cardo


En el mundo de las espinas, aún hay caballeros que cortan con maestría los cardos del jardín. Así eres tú, hacendoso y reflexivo; jugando entre las palabras y las destrezas manuales, con un estilo propio y definitivo.

Es bueno volver a recobrar tu presencia, alejada por tus necesidades del corazón, donde la sin razón a veces puede inundarlo todo. Pero es necesario aprender y te veo en aquello.

Aún me acuerdo el día que nos conocimos frente al Museo de Bellas Artes; tu mirabas desde la escalera, más bien apostando a mi inteligencia de rastreador, en una de las pruebas para merecer tu confianza y amistad. No es que vivas poniendo pruebas a cada instante, sino que quizás te pasa lo mismo que a mí, “es necesario admirar a quien queremos comparta nuestro camino”.

El conde te apodaste alguna vez y por favor sigue conservando esa elegancia y ese noble caminar, aun cuando se que el tiempo no es vano y el viento alejó algunas palabras tan comunes en otra época. Bienvenido al reinvento de nuestra amistad, cariño hay de sobra.

2 comentarios:

Luís Sánchez Toro dijo...

La aristocracia o gobierno de pocos fue vilipendiada por la burguesía y después por el pensamiento liberal. La nobleza no esta enraizada necesariamente a una tenencia de bienes y tierras. El origen siempre dislocado lo asociaba con la capacidad noble de luchar. Si la cualidad noble tiene que ver con un destino sacro, pues hay varios que han construido de si ese ser si bien no sacro, caracterizado de tal .

Unknown dijo...

hola, me ha gustado lo que escribiste, y gracias por pasar por mi blog que a veces es tan frivolo, pero bueno, alguien tiene que encargarse de ese tema, no?
un abrazo, addio.-