lunes, junio 23, 2008

Danzantes


El sábado fui a ver danza contemporánea al teatro de la Universidad de Chile. Por algún misterioso motivo no me gusta la danza clásica. Quizás sean los tutu o las mallas ajustadas, aunque más bien creo que es el prejuicio de ver un arte delicado, que exige mucha sensibilidad y estética.
En fin, aparte del comentario al margen, vi la trilogía “Comedia”, “Paradigma” y “Urbanas. La primera de ellas intentaba incorporar el humor a la danza, que en mi predisposición era una tarea perdida. Nunca me reí con Chaplin, ni con payasos ni con nada del teatro del absurdo, así que más bien la observé con distancia y esperando lo que vendría. Paradigma en una búsqueda académica, esta vez con la palabra hablada y más específicamente con las matemáticas, para ser lo breve en tiempo, fue tremendamente cansadora y efectivamente el experimento comprobó que las palabras tienen ritmo y se pueden bailar.
Sin embargo, el plato fuerte era Urbanas. Esa es la danza a la que estoy acostumbrado a ver del BANCH y la disfruté por su música y su puesta en escena. Una gran coreografía, con espacios para que los bailarines se mostraran sólos o acompañados.
Mención especial merece la bailarina Kana Nakao que sencillamente se roba la película con su coreografía en una tabla de planchar. La había visto ya con una mesa en otra presentación y realmente muestra maestría en sus movimiento y en el uso de elementos cotidianos como parte de la danza.
De los bailarines Jorge Carreño esta vez me pareció débil y con un par de fallas en la coreografía que me distrajeron. Aprecié el trabajo de Luis Baeza como lo más destacable de entre los hombres.
Una tarde de sábado agradable, reacostumbrándome a salir sólo y a disfrutar con el arte, como lo hice por tanto tiempo.

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